miércoles, 29 de mayo de 2013

La "cascarita" de las heridas es modelo para materiales de vendas



La cascarita, esa costra dura y rojiza que se forma sobre las heridas en la piel humana, ha servido de modelo para el desarrollo de un avanzado material de vendaje que podría acelerar la curación, según un estudio que publica hoy la revista ACS Applied Materials & Interfaces.

Shutao Wang, de la Academia Nacional de Ciencias en Beijing, China, y sus colegas explican en el artículo que la costra es un material perfecto para la cobertura de las heridas.

Además de impedir que continúe la pérdida de sangre, la "cascarita" protege contra la infección y atrae las nuevas células que se necesitan para curar la herida.

"La cascarita es esencial en el proceso de curación de una herida aunque a los pacientes no les guste su apariencia", señala el artículo.

"Como material natural de cubierta la cascarita desempeña múltiples papeles en la promoción de la curación de la herida, como impedir la pérdida de sangre, proteger el tejido subyacente contra la invasión de patógenos, y el reclutamiento de las células que repararán la lesión en la piel.

En cuanto a los materiales artificiales de cubierta que se usan a menudo como sustitutos de la piel en la regeneración de la piel, añadieron los autores, se han usado materiales varios en forma de vendas hidrocoloidales, hidrogelatins y nanofibras.

"En su mayoría esos materiales se fabrican con énfasis en las cualidades anti patógenas o la biocompatibilidad, es decir que no causen reacciones adversas en los tejidos.

"Pero la aceleración de la curación de heridas va aún más allá de la función de los materiales de cubierta actuales", añade el artículo. "La aceleración de la cura puede reducir eficientemente el riesgo de infección".

El equipo de Wang se propuso el desarrollo de una nueva generación de vendas para heridas que redujeran el riesgo de infecciones acelerando, al mismo tiempo, el proceso de curación.

El artículo describe cómo la investigación de la estructura superficial de la costra natural en las heridas sirvió de inspiración para el desarrollo de un material citofílico, es decir que atrae células.

El material imita la parte de abajo de las cascarillas de heridas donde hay pequeñas fibras ordenadas en la misma dirección, como en el terciopelo o la piel de un gato.

El equipo de Wan tejió fibras de poliuretano, el plástico común, duradero y flexible, con el mismo patrón. En los experimentos de laboratorio las células humanas afectadas en la curación se adosaron rápidamente a la membrana artificial y se alinearon de la misma forma que lo harían en las cascarillas naturales.

Los científicos concluyeron que esta membrana "tiene mucho potencial en la fabricación de materiales de cobertura para la curación rápida de las heridas, y también de otros biomateriales como membranas que capturen las células de tumor circulantes, el crecimiento óseo y la construcción de redes neurales".

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