viernes, 3 de mayo de 2013

El neohumano, un proyecto que aspira a la inmortalidad





Poca repercusión tuvo en los medios la carta que hace un mes 25 científicos y figuras públicas de Estados Unidos, Rusia y Canadá enviaron a las Naciones Unidas. En ella planteaban que, en lugar de regular los conflictos militares, Naciones Unidas debería recomendar a los jefes de Estado que se concentren en la transición hacia la neohumanidad.

Según la entienden estos investigadores, la neohumanidad consiste, en su última etapa, en la instalación de la mente humana en un portador artificial. Este portador es, sucesivamente, un cíborg o combinación de humano y máquina, luego un soporte artificial y finalmente un cuerpo holográfico, que podría recibir cualquier mente, memoria o personalidad humana.

Es un soporte pensado para interactuar en cualquier lugar y con cualquier lugar, por lo tanto, la personalidad, convertida en un inmenso volumen de información, podría viajar por la red y descargarse en uno de estos reservorios artificiales.



No es ciencia ficción

Lo que suena a ciencia ficción ya no lo es tanto. Hay procedimientos como los creados por David Hanson, diseñador de robots y androides que tratan de imitar a los seres humanos (con sentimientos y habilidades incluidas); o los trabajos de Alexander Kaplan, sicofisiólogo y fundador del primer laboratorio de interfaz cerebro-computadora. Ambos integran la Iniciativa 2045, financiada por el millonario ruso Dimitri Itzvok. También la integra James Martin, el mayor benefactor en los 900 años de historia de la Universidad de Oxford.

Los experimentos de Kevin Warwick, que no integra esta iniciativa, son también interesantes. Es el primer ser humano que ha logrado conectar electrodos a su sistema nervioso para intercambiar información con otro sistema nervioso, en este caso, el de su esposa. También pudo, con los mismos electrodos, sentir cómo funciona el sistema de ubicación de los murciélagos, que calculan sin ver la distancia y la forma de los objetos emitiendo sonidos.

La aplicación práctica de la Iniciativa 2045 es abundante. Está la rehabilitación de los discapacitados cuando se perfeccionen los cuerpos artificiales (ya existe un brazo robótico controlado por el cerebro) y el remplazo total de personas que trabajan en lugares peligrosos.



Reparos religiosos y éticos

Las críticas, hasta el momento, no han sido científicas, sino religiosas. El debate se centra en cuestiones como conciencia, evolución e inmortalidad. Figuras como el Dalai Lama han apoyado la iniciativa, siempre y cuando el proyecto se desdarrolle tomando en cuenta aspectos éticos.

El vicepresidente de la Academia Rusa de Ciencias, David Dubrovsky, cree que este proyecto es un reto científico

FINANCIADOR



Dimitry Itzkov - MILLONARIO
CARGO: PDTE. de NEW MEDIA STARS
EDAD: 32 AÑOS
VOCACIÓN POR LA CIENCIA
No es científico. Es un millonario que maneja una cadena de noticias. Comparten su aspiración los millonarios Don Laughlin, David Murdock (especialista en nutrición) y John Sperling.



ANÁLISIS

Debemos evolucionar como cíborgs
Kevin Warwick | PROF. DE CIBERNÉTICA (UNIV. DE READING)

El destino del ser humano es incrementar sus capacidades como cíborgs con los muchos dispositivos tecnológicos que ya ofrece la ciencia. Los humanos han tenido su día y ahora tenemos que mejorar y renovar nuestra capacidad con la tecnología. Habrá máquinas con inteligencia más poderosa que la humana; serán los robots los que tomen las decisiones importantes y si no se buscan alternativas, el que viene será un mundo dominado por las máquinas, sin participación humana.

La inteligencia artificial puede pensar más rápido que nosotros; tiene capacidades matemáticas formidables, y puede comprender el mundo en múltiples dimensiones. Sin embargo, como humanos estamos limitados a tres dimensiones, y pensamos con bastante lentitud en comparación con cómo operan las computadoras.

Ya que disponemos de esta ventaja tecnológica, ¿por qué no potenciamos lo que somos y cómo actuamos conectándonos a esa tecnología? ¿Por qué no puedo tener un extra de memoria? Además, pronto nos comunicaremos cerebro a cerebro




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