martes, 28 de mayo de 2013

Chimpancés genéticamente manipulados: ¿Un producto patentado?

Emilia Rojas Sasse (DEUTSCHE WELLE)

¿Se puede patentar la vida, o, para ser más precisos, seres vivos? Por lo visto sí. Y no sólo estamos hablando de plantas u organismos microscópicos. Patentes de chimpancés genéticamente manipulados causan polémica.

En Europa hay ya más de mil patentes referidas a mamíferos, según explica Christoph Then, director de Testbiotech, el Instituto de Evaluación Independiente de Impacto de la Biotecnología.

Una docena de organizaciones europeas han presentado un recurso contra tres patentes referidas a chimpancés genéticamente manipulados. Una de ellas es la que fue otorgada el año pasado por la Oficina Europea de Patentes a la empresa estadounidense Intrexon, que incluye aparte de chimpancés a otra serie de animales, a los que se introdujeron fragmentos de ADN de insectos. El objetivo es desarrollar con ellos programas de investigación farmacéutica.

“Partimos de la base de que, tras nuestra queja, se abrirá un debate político más amplio sobre si se puede modificar chimpancés genéticamente, si es admisible desde el punto de vista ético, y si se puede otorgar tales patentes, en las que chimpancés prácticamente se convierten en un producto patentado de una determinada empresa”, indica Then.

EXPERIMENTOS CONTROVERTIDOS

Las críticas a tal práctica están muy extendidas en la sociedad. Una campaña contra el otorgamiento de patentes de chimpancés está en marcha y ya se han recabado más de 14.000 firmas.

Al margen del problema ético que supone modificar la secuencia genética de un animal, y más tratándose de un simio, se teme que ello conduzca a un aumento de las investigaciones con ellos.

En Alemania la experimentación con monos es controvertida, pero se lleva a cabo. En cambio, está prohibido experimentar con primates hominoideos. A nivel de la Unión Europea también existe una directiva, según la cual sólo se pueden llevar a cabo experimentos con chimpancés en casos excepcionales. Pero los experimentos de la firma Intrexon, dueña de una de las patentes objetadas, no caen en esa categoría, según el Dr. Then: “Lo que hace o quiere hacer el dueño de la patente no estaría permitido en muchos países europeos, pero eso vale solo para la Unión Europea, y la Oficina Europea de Patentes otorga patentes para muchos más países”.

PATENTES MÉDICAMENTE INNECESARIAS

Christoph Then reconoce que, desde el punto de vista de la medicina, puede ser necesario llevar a cabo experimentos con animales. Pero no así patentar animales genéticamente manipulados. “Si uno solici-ta una patente, no es que quiera desarro-llar un medicamento, o una terapia; si se pide una patente del animal, es porque se quiere vender el animal. El animal en sí no tiene un valor medicinal directo, sino que solo sirve de medio para desarrollar medi-camentos”, afirma el entendido. A su juicio, “la utilidad médica para la humanidad no está dada cuando se solicitan tales paten-tes. Hay que diferenciar claramente entre lo que es médica o científicamente nece-sario y los intereses comerciales que están detrás de esas patentes”.

El debate va más allá del caso de los chimpancés. El gran objetivo de Then y quienes comparten su inquietud es lograr que se prohíban las patentes de animales y plantas.

En la esfera política aún no hay consenso al respecto. Pero la presión ya surte algún efecto, como cuenta Then: “En Europa tuvimos hace algunos años una patente relativa a monos genéticamente manipulados para que desarrollaran cáncer. Una organización belga solicitó esa patente y la obtuvo. Pero hubo recursos de queja con-tra esa patente que llevaron al propio dueño a desistir de ella”.

La polémica continúa, no sólo ante la Oficina Europea de Patentes.

ARGENPRESS.info

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