martes, 14 de mayo de 2013

Identifican la estructura del cerebro que alarga la vida

Una estructura cerebral del tamaño de una almendra puede ser la clave para frenar el ritmo de envejecimiento en todo el cuerpo, según sugiere un estudio. Los científicos creen que han encontrado la ‘fuente del envejecimiento’ en el hipotálamo, una pequeña región del cerebro involucrada en la regulación de la secreción de varias hormonas.

Los investigadores aceleraron y desaceleraron la tasa de envejecimiento en ratones de laboratorio al manipular los mensajeros químicos que afectan el hipotálamo, que juega un papel fundamental en el crecimiento, el desarrollo, la reproducción y el metabolismo. "Los científicos se han preguntado durante mucho tiempo si el envejecimiento se produce de forma independiente en varios tejidos del cuerpo o si puede ser regulado activamente por un órgano en el cuerpo", dice Dongsheng Cai, del Albert Einstein College of Medicine en Nueva York.



Vivieron más

"Muchos aspectos del envejecimiento son controlados por el hipotálamo. Lo que es interesante es que es posible, al menos en ratones, alterar las señales en el hipotálamo para ralentizar el proceso de envejecimiento y aumentar la longevidad", asegura Cai. El estudio, publicado en la revista Nature, se centró en una molécula conocida por ser el centro de muchas reacciones bioquímicas implicadas en el proceso de la inflamación, que es importante en muchas enfermedades relacionadas con la edad.

A medida que las personas envejecen, se pueden detectar cambios inflamatorios en diversos tejidos. La inflamación también está implicada en varias enfermedades relacionadas con la edad, como el síndrome metabólico, las enfermedades cardiovasculares, las enfermedades neurológicas y muchos tipos de cáncer.

Mediante la manipulación de los niveles de la molécula, conocida como NF-KB dentro del hipotálamo, los investigadores ralentizaron la velocidad de envejecimiento y aumentaron la longevidad de los ratones hasta en un 20%. El equipo también encontró que podía reducir el deterioro cognitivo hasta en un 50%, que se pudo medir por la facilidad con que los ratones recuerdan cómo encontrar la manera de salir de un laberinto.



Viejos ‘a la carta’

Alternativamente, pueden activar la molécula y acelerar el envejecimiento. "Los ratones mostraron una disminución de la fuerza muscular, del tamaño, del espesor de la piel y en su capacidad de aprender (que son indicadores del envejecimiento). La activación provocó el envejecimiento generalizado y se acortó su vida útil


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