Buscador

jueves, 25 de abril de 2013

Genetistas usan ADN de fósiles para resucitar especies extintas

¿Manadas de mamuts recorriendo nuevamente la helada Siberia? No se trata de una nueva versión de la película de ciencia ficción Jurassic Park, sino de una hazaña de genetistas que esperan poder resucitar especies extintas desde hace décadas, incluso milenios, gracias al ADN de sus restos fósilizados.

Hace 60 años -el 25 de abril 1953- Francis Crick y James Watson describieron por primera vez la estructura del ADN (ácido desoxirribonucleico), la famosa molécula en forma de doble hélice que contiene el patrimonio genético de toda forma de vida. Hoy en día, algunos expertos intentan clonar especies extintas a partir de antiguas muestras de ADN conservadas en museos.

El mes pasado, científicos del proyecto australiano “Lázaro” anunciaron que recuperaron “núcleos muertos” de las células de una extraña y pequeña rana, presuntamente extinta desde 1983, para inyectarlos en la célula desnucleada de una especie cercana, aún en vida.

Congelado durante 40 años, el material genético de la rana Rheobatrachus silus volvió a la vida, como el Lázaro bíblico. Algunas células huevo creadas de esta manera comenzaron a multiplicarse formando embriones.

Y aunque todos los embriones clonados murieron a los pocos días, los investigadores están convencidos de poder resucitar milagrosamente a esta rana. En el caso de la rana, podría tomar uno o dos años, aseguran.

El mamut

“En el caso del mamut, quizá 20 ó 30, o incluso menos”, dijo Hendrik Poinar, experto en genética molecular evolutiva de la Universidad canadiense de McMaster.

Pero la “des-extinción” tuvo ya una primera victoria: en 2009, una cabra pirenaica fue clonada a partir de células provenientes del último representante de esta especie, que murió en el año 2000.

Un éxito moderado, ya que el primer clon de cabritilla, llevado a gestación completa por una cabra común, vivió apenas diez minutos a causa de una malformación de los pulmones.

A pesar de las dificultades y de los límites de la clonación por la transferencia de núcleos de células adultas, los especialistas esperan poder un día intervenir directamente en el genoma, es decir, insertar fragmentos de ADN característicos de una especia extinta en el genoma de una especia cercana.

Sin embargo, traer a la vida dinosaurios extintos hace 65 millones de años, como en la película de ciencia ficción de Steven Spielberg sería algo inimaginable debido a que su ADN estaría demasiado degradado.

La evolución

Pero los expertos creen poder volver 200 mil años atrás en el árbol de la evolución. Más que suficiente para resucitar a tigres dientes de sable o a hombres de neanderthal. “Supongo que si no habría ninguna ley o moral en contra, podríamos repoblar grandes extensiones de Siberia con mamuts y leones de las cavernas”, dice Hendrik Poinar.

Carrie Friese, socióloga de la London School of Economics, teme que esta carrera deje de lado a la ética. “Me temo que se piensa más en lograrlo y no en el ser vivo resultante”, afirma.

“Un animal es más que su genoma, no todo está inscrito en su ADN. ¿Cómo aprenderá a alimentarse, a cazar o a volar?”.

“Un animal es más que un genoma”
Ética La socióloga Carrie Friese se pregunta su es necesario este procedimiento y afirma que “un animal es más que su genoma”.


Opinión En esa línea, la especialista en bioética Hank Greely se muestra entusiasta ante la eventualidad de resucitar una especie extinta, pero no a cualquier precio.


Especies En efecto, muchas especies desaparecieron junto a su entorno natural y su descendencia clonada no tendría a dónde ir, lo que las convertiría inevitablemente en animales de zoológico. O incluso las especies resucitadas podrían volverse “invasivas”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario