jueves, 6 de diciembre de 2012

Hongos ganan la batalla para producir biocombustible



Shi-you Ding tomó un poco de rastrojo de maíz de la granja de Gustafson en Colorado. Fue en 2005. Cortó pedacitos del rastrojo con una hojita de afeitar y los miró con un microscopio de luz brillante. Escogió los más uniformes y empezó el proceso que diseñó con su equipo de investigación. Fue el primer paso antes de descubrir que las enzimas de ciertos hongos son más efectivas que las bacterias a la hora de destruir las paredes de lignina que recubren las células.

La lignina es la barrera protectora de las células de las plantas. Esta barrera protege a la célula de los ataques de los microorganismos y de la acción destructiva de sus enzimas.

Así lo explicó a EL DEBER el investigador Ding: “En nuestro trabajo sugerimos que la lignina bloquea físicamente el acceso de las enzimas a la biomasa o rastrojo. El pretratamiento de la biomasa debería maximizar la remoción de esta lignina”.



La noble Costridium

En otras palabras, los hongos destruyen más eficazmente que las bacterias la barrera celular de las plantas. Después, bacterias como Costridium thermocellum podrán hacer su trabajo. Esa bacteria convierte directamente el rastrojo en alcohol. Una ventaja del uso de las enzimas de los hongos es que mantiene casi intacta la estructura fibrilar del rastrojo, según explica Ding; es decir, deja toda la ‘comida’ para que la bacteria haga su conversión.

Para poder determinar cómo se va destruyendo la pared celular de lignina, Ding y su equipo pusieron una cámara en el microscopio y comenzó a filmar y fotografiar cómo las enzimas de los hongos y destruían la pared celular. Utilizó un láser para captar estos fenómenos. La estrella fue el microscopio atómico. El aparato fue capaz de mostrar, en una escala nanométrica, cómo hacían su trabajo las enzimas. Con estas herramientas, se dieron cuenta en qué momento colapsó la membrana celular. Las enzimas bacterianas completaron la digestión más lentamente que las de los hongos.

CON RASTROJO DE MAÍZ

4 TIPOS DE MICROSCOPIO
Microscopio atómico, microscopio láser de barrido, microscopía de dispersión y de luz brillante

2 HORAS
Tardaron los hongos en romper las células. Las bacterias, diez.

CLAVES



CON APOYO ESTATAL Y PRIVADO



1. La investigación se hizo en el marco de un programa del NREL (siglas en inglés de Laboratorio Nacional de Energías Renovables).

2. El NREL es el principal laboratorio del Departamento de Energía de Estados Unidos. Tiene su sede en Colorado. Está aliado con privados.

3. El procedimiento descubierto puede ser aprovechado por la industria, según los investigadores.


ANÁLISIS

No podemos usar estos combustibles
Rolando Zabala | GERENTE DE ANAPO

En Bolivia tenemos una ley de biocombustibles, pero lamentablemente, no está reglamentada. Podemos producirlos, pero no para comercialización.

Tenemos que iniciar toda la producción de biocombustibles con productos no alimenticios. La ley fue aprobada en 2005, antes del gobierno de Evo Morales.

El Gobierno asumía de que la producción de biocombustible iba a afectar la oferta de alimentos. Si se le demuestra que no será así, tal vez podamos tener la posibilidad de que se apresure la promulgación del decreto supremo que reglamente la ley.

Por ejemplo, tenemos millones de hectáreas de palmas, palmeras y cusi. La zona de Guarayos es gran productora de cusi, que tiene un aceite especial para hacer biodiésel. El piñón es otro cultivio no alimenticio... y por qué no hacer pruebas con el macororó o el tártago. Lo importante será iniciar procesos de investigación en la producción de esos biocombustibles, así se verá la factibilidad técnica y económica. Además de la iniciativa de la Gobernación, hay emprendimientos privados para producir.

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