La puesta en marcha del Registro Único de Mascotas (RUM) en el municipio de Cercado vislumbraba la masificación de este tipo de tecnología, no obstante factores de tipo económico aún son una barrera que obstaculizan la consolidación del país en este tipo de innovaciones, según la representante de la Asociación de Defensa de los Derechos de los Animales (ADDA), Liliana Téllez.
Más allá de las posibilidades, es necesario destacar que el sistema de microchips funciona a través de una inyección biocompatible que emite ondas que permiten localizar al perro -si se perdiera- y almacenar información sobre su dueño.
Esto, que prácticamente es innovador en Bolivia, es común en otros países como Estados Unidos. “Mi perro tiene un chip del tamaño de un arroz desde hace más de cinco años y hasta ahora funciona”, dice una residente boliviana, Carla Olivares.
Los científicos fueron más allá e incluso desarrollaron un RFID que es un identificador por radiofrecuencia. Se trata de un dispositivo que contiene un capacitor y una bobina, instalados herméticamente en un vidrio biocompatible con el cuerpo para evitar su expulsión.
El presidente de EEUU. Barack Obama planteó que este tipo de micro-tarjetas se incorporen en el antebrazo de los ciudadanos con la intención de almacenar su historial médico.
Sin embargo, algunos sectores sociales rechazaron la propuesta, por ello esto actualmente es opcional. Estudios recientes sobre los microchips revelan que pese a sus beneficios conlleva el riesgo de desarrollar cáncer en los seres vivos.
UTILIDADES Algunos biólogos se respaldaron en esta tecnología para analizar la migración de aves y peces. Otros, los espías, los emplean para analizar el comportamiento de implicados en delitos. A futuro se proyecta que funcione como un carnet de identidad, localizador de GPS e incluso como una tarjeta de crédito.
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