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martes, 9 de julio de 2013

Descubren al homínido más antiguo que padeció cáncer

Sigue causando interés el reciente descubrimiento de la primera persona primitiva con cáncer. Grupos de investigadores médicos realizan más estudios sobre las evidencias halladas hace un mes por un equipo de investigadores de EEUU y Croacia.

La investigación, liderada por David Frayer, del Departamento de Antropología de la Universidad de Kansas, se centró en el análisis de la costilla de un Neanderthal hallado en Croacia, y que reveló rastros de un cáncer óseo similar a los que se diagnostican hoy en día.

El descubrimiento implica que es el tumor de huesos más antiguo que se tiene constancia en una persona de hace más de 120 mil años, según un estudio publicado originalmente en la revista científica Plos One.

Ésta es la primera evidencia de un tumor 100 mil años antes de lo que se pensaba hasta el momento, ya que los últimos estudios databan los cánceres óseos más antiguos entre mil y 4.000 años atrás.

Los investigadores señalaron que la costilla cancerosa encontrada en Krapina, cerca de Zagreb (Croacia) pertenece a un espécimen incompleto, por lo que no pudieron recabar más datos sobre los efectos en la salud del individuo ni si se trataba de un hombre o una mujer. Tampoco se logró estimar la edad de la persona en el momento de morir.

Este tipo de cáncer es conocido como displasia fibrosa, y es uno de los más comunes en la actualidad dentro de los cánceres de huesos.

“Las evidencias de cáncer son extremadamente raras en los restos fósiles humanos. En este caso, muestran que los neanderthales, que vivían en un ambiente no contaminado, eran susceptibles al mismo tipo de cáncer que los humanos de hoy en día”, explicó Frayer.

“No era un tumor pequeño”, dijo Frayer. “Era bastante grande, probablemente alojado en la base de la costillas. No estamos seguros de qué tan avanzado estaba muy bien fijado en el hueso. Los músculos cercanos son los que están asociados con la capacidad de levantar el brazo”, añadió.

Los científicos señalaron que los neanderthales tenían una esperanza de vida media cercana a la mitad de la actual de los humanos en países desarrollados, y estaban expuestos a diferentes factores medioambientales por lo que el hallazgo del cáncer constituye una “rareza”.

La paleontóloga Janet Monge declaró que “parte de nuestra ascendencia proviene de los neanderthales, nuestros huesos y dientes crecen de la misma forma y compartimos las mismas enfermedades”.

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