martes, 29 de enero de 2013

Tres dispositivos ayudan a gente con parálisis severa



Un equipo científico europeo presentó esta semana tres nuevas formas de interacción entre el cerebro y una máquina para que personas con discapacidades físicas severas puedan recobrar cierta movilidad “a distancia” y mejorar sus relaciones sociales.

“Preparamos el terreno esencial para un nuevo enfoque de la rehabilitación física y social de los pacientes”, dijo José Millán, coordinador del experimento TOBI (Tools for Brain-computer Interaction).

Millán presentó un pequeño robot que permite a una persona paralizada reconstruir vínculos sociales gracias a que es controlado a distancia con el pensamiento, para lo cual el experimento asoció la electroencefalografía, el reconocimiento de signos y detectores de obstáculos e internet.

Una vez que todos esos elementos funcionaron entre sí, el paciente fue capaz de “pasearse” virtualmente en un entorno familiar gracias a la cámara y a la pantalla incorporadas al robot.

Un segundo experimento correspondió a una interfaz gráfica que permite a una persona completamente inmovilizada desplazar un cursor en una pantalla hasta activar las letras o la acción deseada. “Si la situación lo permite, los captores de impulsos musculares (incluso ínfimos) son utilizados de manera complementaria”.

La tercera tecnología desarrollada supone conectar un electroencefalograma con electrodos que estimulan los músculos y permiten al paciente controlar el movimiento de una extremidad tras un accidente cerebrovascular. “En ciertos casos, un entrenamiento intenso con este dispositivo ha permitido a los pacientes recuperar el control de un miembro paralizado y conservarlo incluso sin asistencia”, explicó.


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