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lunes, 12 de noviembre de 2012

Un especialista estudia los “códigos secretos” del ADN Desarrollan la epigenética, la nueva frontera de la medicina

Si compartimos más del 90% de nuestro genoma con los chimpancés, si tenemos el mismo número de genes que los ratones, ¿por qué somos tan diferentes? ¿qué define nuestra identidad genética?

En el pasado se pensó que era definida por los genes que heredamos de nuestros padres, pero el genoma es sólo una parte de la historia. La otra tiene que ver con un campo de la ciencia considerado como la nueva frontera de la medicina: la epigenética.

“El genoma es el abecedario del ADN, del material genético, y el epigenoma es toda la regulación de ese genoma. Si imaginamos un ordenador o computadora, el hardware es el genoma mientras que el software, toda la programación, es el epigenoma”, dijo Manel Esteller, director del Programa de Epigenética y Biología del Cáncer del Instituto de Investigación Biomédica del Bellvitge, en Barcelona.

El epigenoma representa cambios químicos que no afectan a la secuencia de ADN pero pueden modificar la expresión de los genes, activándolos o silenciándolos. Estas variaciones pueden aparecer debido a factores ambientales y ser heredables.

“El código epigenético se superpone al código genético, es decir, tenemos una instalación eléctrica que serían las bombillas, los cables, el genoma. La epigenética sería la serie de interruptores de la luz, que van encendiendo o apagando distintos genes”, dijo Esteller.

Este epigenoma no es fijo sino dinámico y puede alterarse durante la vida de un individuo por diversos factores como el tabaco, el ejercicio o la nutrición.

El epigenoma es más flexible de lo que jamás se imaginó en el pasado y esto podría tener enormes implicaciones en el campo de la salud en el futuro, ya que significaría que tenemos más control sobre nuestro destino genético de lo que se pensaba.

El investigador español concordó en la descripción de la epigenética como una nueva frontera. “La genética lleva muchos años, la genética clásica empieza con Mendel. La epigenética moderna empieza hacia la mitad de los 90; por tanto, llevamos poco tiempo, pero es la última frontera”.

“Y algo muy importante es que afecta lo que llamamos el genoma oscuro. En nuestro ADN los genes clásicos de toda la vida (que producen proteínas como hemoglobinas) son sólo un 10%. Hay un 90% del genoma que está haciendo otras cosas”, dijo.

Estellar investiga especialmente la epigenética relacionada con el cáncer.

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