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sábado, 1 de junio de 2013

Nueva vacuna japonesa contra la malaria reduce en un 72% las infecciones



Un equipo de investigadores japoneses informó del desarrollo de una vacuna que disminuye en más de dos tercios el riesgo de desarrollar la malaria en los humanos.

La enfermedad, que es transmitida por un mosquito parásito, mata a unas 650.000 personas cada año, en su mayoría niños africanos menores de cinco años, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Aunque actualmente se utilizan algunas medicinas preventivas, los científicos aseguran que la resistencia a los medicamentos está creciendo. Los investigadores de la Universidad de Osaka desarrollaron una vacuna en polvo seco, llamada BK-SE36, a través de la modificación genética de una proteína encontrada en el parásito, que mezclaron con gel de hidroxilo de aluminio.

"Los efectos de la vacuna son mejores que los obtenidos hasta ahora con cualquier otra vacuna antimalaria", según un comunicado publicado esta semana en el que se explica además que se espera que la BK-SE36 reduzca considerablemente el número de muertes causadas por esta enfermedad.

Por el momento, la vacuna se probó en adultos en Japón y en una zona de malaria endémica en el norte de Uganda entre 2010 y 2011. Ninguno de los estudios reveló problemas de seguridad.

El seguimiento de las personas estudiadas en Uganda, con edades entre los 6 y los 20 años, demostró que la vacuna redujo en un 72% el número de gente infectada por la malaria. Los resultados se publicaron el martes en el diario científico online estadounidense PLOS One, según el comunicado.

El profesor Toshihiro Horii, responsable del estudio, explicó a la agencia Jiji Press que desea que la BK-SE36 pueda estar operativa "en cinco años tras realizar ensayos clínicos en niños de entre cero y cinco años, que representan la mayor parte de las muertes por malaria".

El estudio llega al mismo tiempo que el anuncio, este viernes, de un grupo sin fines de lucro sobre la puesta en marcha de un proyecto para analizar los catálogos de algunas de las mayores farmacéuticas niponas en busca de tratamientos para enfermedades que cada año matan a miles de personas.

El fondo Global Health Innovative Technology (GHIT Fund), creado por el gobierno de Japón, compañías farmacéuticas niponas y la fundación Bill & Melinda Gates anunciaron un potencial compromiso de cinco años y más de 100 millones de dólares para apoyar la investigación y el desarrollo en las enfermedades olvidadas.

El anuncio se realizó en el marco de la Conferencia Internacional de Tokio sobre el Desarrollo de África (TICAD) que reunirá en Japón a los jefes de gobierno de hasta 40 países africanos.

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