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domingo, 7 de octubre de 2012

Los científicos también engañan y son plagiadores

La publicación de una investigación en una revista científica de prestigio, como Science, Nature o The Lancet exige unos rigurosos filtros para evaluar si el trabajo presentado es veraz y novedoso.

Cada estudio es desmenuzado y analizado con lupa por otros científicos independientes, especialistas en el área sobre la que versa el trabajo. Es lo que se llama una revisión por pares, indispensable para que el editor tome la decisión de publicarlo o no. Hasta ahora, se creía que el principal motivo de rechazo era el hallazgo de errores en los artículos, pero un nuevo estudio señala que la causa principal es, para vergüenza de algunos, una mala práctica profesional, lo que incluye el fraude, el plagio o la publicación duplicada (cuando el autor quiere pasar por nuevo un artículo que no lo es).

En concreto, el hallazgo de mala fe es la causa de dos tercios de todas las negativas, lo cual se ha multiplicado por diez en menos de 40 años, según puede leerse en la revista Proceedings, de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS) de Estados Unidos.

“La investigación biomédica se lleva la palma al respecto, con incentivos perversos que empujan a los científicos a recortar gastos y, en algunos casos, falsear datos o cometer otros actos de mala conducta”, dice el autor principal de la investigación, Arturo Casadevall, profesor de microbiología, inmunología y medicina en la Universidad Yeshiva de Nueva York. El estudio revisó 2.047 documentos retirados de la literatura biomédica.

Fraudes sin detectar

Los investigadores encontraron que alrededor del 21% de los rechazos es atribuible a errores, mientras que el 67% (¡nada menos!) fue debido a mala conducta, incluyendo fraude o sospecha de fraude (43%), publicación duplicada (14%), y plagio (10%). Razones diversas o desconocidas representaron el restante 12%. “Lo que es preocupante es que cuanto más hábil sea el fraude, menos probable es que se descubra, por lo que probablemente existen artículos fraudulentos por ahí que aún no han sido detectados”, afirma Casadevall.

El estudio de PNAS también encontró que las revistas con mayor factor de impacto (una medida de la influencia de una publicación en los círculos científicos) tuvieron tasas especialmente altas de rechazos.

“Si tus artículos son aceptados en ciertas revistas, es mucho más probable conseguir reconocimiento, becas, premios y mejores empleos o promociones”, señala.

“Los científicos son humanos, y algunos de ellos sucumben a esta presión, sobre todo cuando hay tanta competencia por la financiación. Tal vez nuestro hallazgo más revelador es que el número de manzanas podridas comenzó a dispararse después de 2005. Eso es exactamente cuando la financiación estatal comenzó a ponerse muy ajustada”, afirmó.

Cómo se debe secar un celular que se ha mojado
Lo que hay que hacer: Extrae la batería y la tarjeta SM. Retira suavemente la mayor parte del agua con una toalla y elimina la humedad. Para ello, introduce el teléfono móvil en un tarro con paquetes de gel de silicio durante al menos un día. También se puede usar un bote de arroz sin cocinar. En ningún caso dejes que la humedad se evapore por sí sola, ya que la corrosión puede dañar el aparato. No deben utilizar secadores o luz solar.


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