martes, 29 de agosto de 2017

Vacuna de plantas, las partículas ayudan a combatir el virus de la polio



Un equipo de científicos ingleses ha utilizado unas partículas de las plantas para producir una vacuna que combata el poliovirus, investigación que podría representar un enorme avance hacia la erradicación global de la enfermedad, según publica Nature.

Los investigadores del John Innes Centre de Norwich (Inglaterra) utilizaron para este tratamiento innovador un método que se sirve de unas partículas semejantes a los virus (llamadas VLP) --imitadores no patógenos del poliovirus- que crecen en las plantas.

Según este estudio, los genes que transportan la información necesaria para producir esas VLP se infiltran en los tejidos de la nicotiana benthamiana, una pariente del tabaco.

La planta huésped reproduce entonces grandes cantidades de ellos utilizando sus propios mecanismos de expresión proteica.

Los VLP parecen virus, pero no son infecciosos. Han sido manipulados biológicamente para que no contengan el ácido nucleico que permita que los virus se repliquen.

Esto significa que imitan el comportamiento del virus, estimulando el sistema inmunitario a responder sin causar una infección de poliomielitis.

Las pruebas de laboratorio demostraron que los imitadores del poliovirus proporcionaban a los animales inmunidad contra la enfermedad, allanando el camino para la producción de vacunas humanas.

Las plantas

El profesor George Lomonossoff, uno de los participantes en la investigación, indicó a la revista que para llegar a esos hallazgos se empleó una combinación de "ciencias de las plantas, virología animal y biología estructural".

"La pregunta para nosotros ahora es cómo ampliarla, no queremos detenernos en una técnica de laboratorio", comentó.

"El poliovirus es una enfermedad muy desagradable y ciertamente hasta la década de 1950 fue un flagelo real", dijo el profesor Lomonossoff.

Los imitadores, según explica Nature, emulan el comportamiento de los virus, estimulando el sistema inmunológico para responder sin ocasionar una infección de poliomielitis.

Los test de laboratorio demostraron que los imitadores de los poliovirus proporcionaron a los animales inmunidad frente a esa enfermedad, lo que allana el camino para poder crear vacunas humanas a partir de las plantas a mayor escala.

"La belleza de este sistema de hacer crecer imitadores no patológicos de los virus en las plantas es que impulsa nuestra capacidad de producir candidatos de vacunas para combatir amenazas emergentes a la salud humana", apuntó Lomonossoff.

En los últimos 20 años, las plantas han pasado a hacer la competencia a las bacterias y a los cultivos de células de insecto, por ejemplo, como sistema de producción de material farmacéutico.

El Centro John Innes ha participado en el proyecto junto al Instituto Nacional de Estándares Biológicos y Control, la Universidad de Oxford, la Universidad de Leeds, Diamond Light Source y el Henry Wellcome Building for Genomic Medicine.

El avance fue realizado por el consorcio financiado por la Organización Mundial de la Salud.

El poliovirus se ha reducido en 99 por ciento desde 1988 debido a la Iniciativa Mundial de Erradicación de la Poliomielitis dirigida por la OMS. Las vacunas actuales contra la polio, sin embargo, requieren la producción de grandes cantidades del virus.

El uso del virus vivo no sólo representa un riesgo de escapar, sino que el uso del virus atenuado vivo (debilitado) mantiene eficazmente la poliomielitis en la población mundial.

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