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miércoles, 29 de marzo de 2017

El grafeno pone sus propiedades cuánticas al servicio de la Humanidad


Un casco ligero que evita traumas porque reparte mejor los impactos y tatuajes transparentes que funcionan como biosensores o espectómetros que ven si las frutas están dañadas por dentro son algunas de las aplicaciones del grafeno que ya funcionan y que se exhiben en la Conferencia Graphene 2017.

En el estand de una empresa china que participa en el Congreso, que se inauguró en el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona, se muestra ropa con calefacción incorporada hecha con grafeno o filtros anticontaminación más eficaces y ligeros elaborados con este producto.

El profesor del ICN2 Stephan Roche, uno de los organizadores, explicó que las posibilidades que ha abierto el grafeno 3.0 "son infinitas porque puede mejorar todo tipo de objetos que están en el mercado", desde los móviles hasta los aparatos de medición, tecnologías de la salud o cualquier objeto cotidiano.

El grafeno, con sus propiedades cuánticas, permite desde estudiar el interior del cerebro hasta fabricar cascos, como los que saldrán al mercado dentro de dos meses fabricados por un instituto de tecnología italiano, que protegen mucho mejor de las caídas y evitan los traumas.

El grafeno, que se puede fabricar a partir de grafito -el de menor calidad- o de gas, ha permitido al ICN2, según ha avanzado Roche, estar desarrollando un interfaz entre hombre y electrónica para hacer un sensor del cerebro poco invasivo que permitirá, por ejemplo, prevenir crisis epilépticas.

Las propiedades cuánticas, flexibles, resistentes, conductoras, de ligereza y de bajo coste hacen que este material bidimensional sea apropiado para múltiples usos, aunque se necesita grafeno de alta calidad para los usos más científicos, como integrar esta sustancia en los "smartphones", en lo que ya trabajan algunas empresas coreanas presentes en Barcelona.

El investigador del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) de Barcelona, Denis Guilhot, avanzó que en sus laboratorios trabajan en varios proyectos para usar este material para fabricar electrodos transparentes para las pantallas táctiles.

"Gracias a que es un material flexible que no pierde sus propiedades eléctricas por muchas veces que se doble, se podrán hacer pantallas plegables o flexibles en un futuro próximo", auguró Guilhot, que trabaja en desarrollar fotodetectores para hacer cámaras de infrarrojos para visión nocturna, más ligeras y diversas que las actuales, y más baratas.

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