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miércoles, 24 de diciembre de 2014

10 nombres que revolucionaron la ciencia

Se acaba el año y la revista científica "Nature" publicó un número especial con la lista sobre las 10 personas más relevantes en el panorama científico y de la investigación del 2014. Cuatro mujeres y seis hombres fueron los elegidos.

Así, el hombre que puso una nave sobre un cometa, la creadora de robots colaboradores, el doctor que murió plantando cara al ébola o el inventor del reto del cubo de agua helada, entre los elegidos por Nature por su impacto en la investigación científica.

El italiano Andrea Accomazzo, director de vuelo de la nave de la Agencia Espacial Europea (ESA) cuyo módulo aterrizó el 12 de noviembre en el cometa 67P/Churyamov-Gerasimenko, conquistó un puesto entre los 10 científicos más relevantes del año tras casi dos décadas preparando el viaje de la Rosetta.

"Ha sido como ascender a un pico de 8.000 metros y regresar vivo. Tienes que entrenar mucho, es algo que toma muchos años", dijo Accomazzo. Este hecho permitió determinar que el agua de los cometas es distinta a la de los océanos terrestres.

La india Radhinka Nagpal ocupa asimismo un lugar destacado en la lista por el desarrollo de enjambres de robots inspirados en las comunidades de insectos.

Junto a su grupo en la Universidad estadounidense de Harvard, Nagpal creó un grupo de 1.024 robots que se coordinan entre sí tal como hacen las hormigas, las termitas y las abejas.

En cuanto a la lucha contra el ébola, una enfermedad que mató a más de 7.500 personas en su último brote en el oeste de África, "Nature" subraya la figura del investigador de Sierra Leona Humarr Khan, parte del equipo que desarrolló los primeros estudios de la secuencia genética del virus.

Khan murió el 29 de julio tras contagiarse él mismo de la enfermedad trabajando en el Hospital Gubernamental Kenema de Sierra Leona, donde dirigió estudios que arrojan luz sobre las mutaciones del virus.

"Nature" encuadra asimismo entre los 10 logros científicos del año la iniciativa del estadounidense Pete Frates para llamar la atención sobre la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), que logró recaudar 115 millones de dólares.

Su campaña, conocida como el "reto del cubo de agua helada", inundó las redes sociales con más de 17 millones de videos.

En la lista también se destaca a la iraní Maryam Mirzakhani, la primera mujer que ganó la medalla Fields de matemáticas desde la instauración de ese galardón.

Masayo Takahashi, oftalmóloga en el Instituto Riken de Japón, logró con su equipo implantar en una paciente de 70 años con degeneración macular asociada a la edad -la principal causa de ceguera en la población- un tejido de retina fabricado en el laboratorio a partir de una pequeña muestra de su piel. Los investigadores generaron células madre iPS, con capacidad para convertirse en cualquier tejido y así obtener la nueva retina. Después, con ese tejido se reemplazó quirúrgicamente parte de la mácula lútea.

Kipillil Radhakrishnan es la cara más visible de la misión a Marte de la sonda india Mangalyaan, un hito tecnológico que no había logrado ningún país asiático hasta ahora.

La oncóloga Suzanne Topalian, investigadora de la Universidad Johns Hopkins (EEUU) es una de las pioneras de la inmunoterapia del cáncer, una de las terapias más prometedoras en la lucha contra esta enfermedad, cuya idea radica en el bloqueo de la capacidad de un tumor para camuflarse del ataque de las células del sistema inmunológico, en vez de atacar el tumor directamente con radiación o fármacos, como hacen la mayoría de los tratamientos convencionales.

El enfoque, en el que Topalian lleva años esperanzada, recibió en septiembre un fuerte espaldarazo con la primera aprobación en EEUU de un fármaco, llamado pembrolizumab, que bloquea una proteína conocida como receptor de muerte programada, o PD-1, al que seguirán otros en un futuro cercano. Dos meses antes, Japón hizo lo propio con otro fármaco similar, el nivolumab. Los estudios demostraron que este tipo de terapias son eficaces no sólo para el melanoma, sino también para el de cáncer de pulmón, y ya se está probando en el de riñón, vejiga, cabeza y cuello y estómago.

Sjors Scheres, de la universidad británica de Cambridge, aparece entre los científicos del año por el avance en una técnica de microscopía que permite detectar electrones con mayor eficacia y observar proteínas con una resolución antes desconocida.

David Spergel

El pasado marzo, un amplio equipo de investigadores, liderados por el Centro Harvard-Smithsonian para la Astrofísica, anunció en una intensa y emocionante rueda de prensa que habían logrado la primera detección de las ondas gravitacionales, pequeñas deformaciones en el tejido del espacio-tiempo que se transmiten a la velocidad de la luz y recorren todo el Universo.

Se trataba de la confirmación de la inflación cósmica, nada menos, y suponía que por fin éramos capaces de ver los primeros instantes después del Big Bang. Estas ondas, predichas por la teoría general de la relatividad de Einstein, fueron descubiertas por el Telescopio BICEP2 , instalado en el Polo Sur. Sin embargo, a David Spergel, astrofísico de la Universidad de Princeton en New Jersey, no le convencieron. Pronto hizo públicas sus dudas respecto a que el hallazgo fuera tal, aduciendo que el equipo de BICEP2 podía haber confundido el vulgar polvo cósmico con el "santo grial". Cuando los científicos de BICEP2 publicaron sus resultados en junio fueron más cautelosos y reconocieron que hacían falta más estudios para su confirmación.

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