Seguro que escuchó hablar alguna vez del aire comprimido, pero ¿le suena el aire líquido?
AIRE LÍQUIDO El aire líquido se obtiene cuando se enfría hasta 196 ºC bajo cero el aire que nos rodea y que respiramos.
Cuando se reduce la temperatura de 700 litros de aire a temperatura ambiente, se logra un litro de aire líquido, que puede guardarse en contenedores no presurizados.
La verdadera novedad de este descubrimiento no consiste en poder convertir el aire en líquido, sino las aplicaciones que se pueden obtener de este aire licuado cuando se convierte de nuevo en vapor.
Uno de los usos del aire líquido es su aplicación a motores de pistón o de turbina.
De hecho, el transporte es uno de los apartados donde más intensamente se está investigando la aplicación del aire líquido.
En el Reino Unido se ha publicado recientemente el informe “Aire líquido en los sistemas de energía y transporte: oportunidades para la industria y para la innovación en el Reino Unido”.
En este informe se confirma que el motor térmico basado en el aire líquido puede ser utilizado tanto como motor principal como en el papel de propulsor auxiliar para motores convencionales o pilas de combustible.
Cuando se usase como motor auxiliar, el aire líquido ofrecería una oportunidad excepcional para recuperar el calor residual generado por el funcionamiento del propulsor principal. De este modo podría proporcionar “empuje adicional” para reducir el trabajo del motor primario.
Movidos por orina
Gerardine Botte, profesora de química e ingeniería biomolecular en la Universidad de Ohio (USA) ha desarrollado una tecnología que permite generar hidrógeno a partir de la orina, simplemente aplicando una ligera corriente eléctrica al líquido.
El hidrógeno es un componente fundamental para la pila de hidrógeno, una de las alternativas propuestas por los ingenieros de automoción a los tradicionales gasolina y diésel como combustible.
El problema es que generar hidrógeno a partir de agua, por ejemplo, resulta un proceso caro y costoso.
El descubrimiento de la norteamericana es significativo, porque para obtener hidrógeno de la orina se necesita mucha menos energía que para hacerlo del agua.
Además, al usar el pis como fuente de energía, se ahorrarían recursos en la gestión de residuos, convirtiendo las depuradoras en plantas de energía.
A 40 kilómetros
Según los datos aportados por Gerardine Botte, un vehículo equipado con una pila de combustible que funcione con orina podría recorrer cerca de 150 kilómetros con un galón de orina, es decir, algo menos de 40 kilómetros por litro de urea. Un gran incentivo para concienciar a los ciudadanos de que orinar en la calle no solo ensucia las ciudades, sino que supone un derroche de energía.
Además, este descubrimiento se podría aplicar a muchos otros ámbitos de la vida, con un enorme potencial. Así, según Botte, el mayor potencial de esta tecnología se encuentra en zonas donde se reúne una gran cantidad de gente, como aeropuertos o estadios de fútbol, por ejemplo. En una oficina con 200 o 300 trabajadores, se podría generar energía suficiente para el sistema de climatización, por ejemplo. Su aplicación en explotaciones ganaderas con animales grandes, como vacas, podría generar energía suficiente para abastecer de agua caliente a 19 hogares.
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